Posesion TnM

Posesión.

Una noche al año… una trillada noche al año… pero aun así es solo una noche al año…

Tratar esta fecha como una mas no era para nada fácil, sobre todo si él no recordaba nada de lo que pasaba y yo tenía que estar ahí incondicionalmente por el ridículo juego que hicieron nuestros padres años atrás…

Sé que ellos vivieron en un mundo lleno de posibilidades y cuando en su adolescencia ya no les quedaba nada mas por hacer no encontraron nada mejor que hacer juegos con lo paranormal. Solo que a su propio estilo, llevándolo de un insustancial juego a algo real.

“adolecentes” pensaba yo mientras resoplaba y uno de mis mechones se elevaba para volver a caer en el mismo lugar. Mire el calendario holográfico “solo falta una semana”. Suspire.

Me levante de mi escritorio y empecé  a tomar el resto de mis cosas para ir a la escuela.
Al bajar las escaleras me encontré con Jasmine en la puerta de mi casa. Tenía una sonrisa de oreja a oreja. Yo solo estaba cansada, me agobiaba un poco su buen humor en estas fechas y no me mal interpreten de adoro  halloween, de pequeña me gustaba eso de disfrazarme he ir a pedir dulces, pero con mi intolerancia a los azucares le desarrolle un gusto diferente al de las cantidades exageradas de azucares que te podían regalar desinteresadamente en esa fecha. Me gustaba esta fecha por el hecho de poder disfrazarme, me encantaba que hubiera una fecha para poder hacer eso sin que nadie te mirara raro y con esto de mi pasión por el teatro, convertirme en otra persona me resultaba gratificante, pero…

Toda esta fecha y mi pasión se veía opacada por la realidad… que debería ser ficción, pero no lo era.

Me fui con Jasmine al instituto, donde cursábamos nuestro último año junto con todos los demás, este año era diferente, la mayoría de nuestro grupo cumplía la mayoría de edad, la mayoría menos yo, que había sido adelantada para estar a la par de mis cursos con Thomas, los profesores decían que pudieron adelantarnos mucho mas, pero nuestros padres no querían presionarnos con una vida acelerada. ¿Pueden imaginar eso, ellos diciendo que no querían que tuviéramos una vida acelerada?... en fin. Me estoy desviando de mi predicamento original.

- ¡He Marie! , ¿me estas escuchando?- la pregunta de Jazz se me saco de mis pensamientos inconexos.
- Lo siento…- le dije mirándola mientras ella conducía al instituto.
- No te preocupes siempre estar perdida en tus pensamientos, estoy acostumbrada- me sonrió y yo me empecé a reír.- pero eso no te hará escapar de mi pregunta- volvió al cauce de nuestra conversación- de que se disfrazaran Thomas y tu para la fiesta de Anne- suspire pesadamente. Nuestra quería amiga Anne-sophie, hija de Buford Van Stomm  se había trasladado desde Francia para cumplir su sueño americano y una de las cosas que tenía en su larga lista de cosas por hacer era festejar halloween con una gran fiesta en su casa… pero luego de unos segundos capte la pregunta completa de Jasmine, no pude no ponerme roja.
- Espera Jazz que dices ¿Por qué yo tendría que saber que se pondrá Tommy para esa fiesta?- mi pregunta y reacción pillo desprevenida a mi amiga.
- Bueno, ustedes están casi oficialmente saliendo o no- empecé a negar enérgicamente con la cabeza- no me puedes decir eso Marie, todos los años están juntos para esa fecha, es como una tradición y es obvio que sientes cosas por él y ya estar muy mayorcita para estar negándolo de esa forma…
- No Jazz los que pasa es que…- me falto el aire, las palabras se atascaron en mi garganta y pelee por respirar unos escasos segundos. Jazz no lo noto, fueron solo unos segundos, pero yo sentía que me moría, como todas las veces que trataba de explicarlo “no diré nada” pensé para mí misma y el aire volvió a mí como por arte de magia- no he hablado con Tommy respecto a eso…- dije en cambio mirándola preocupada de que se hubiera dado cuenta esta vez.
- Bueno aun queda una semana – me dijo sonriendo- lo que es yo, ya le pedí a Anne que me ayudara a terminar mi traje con Fred, es completamente lindo y original- me dijo y yo no pude evitar arruinarle la sorpresa.
- Minnie y Mickey mouse- dije mirando por la ventana. El auto sufrió un pequeño desbalance.
- ¿Cómo lo supiste? – me dijo con algo de enojo- fui súper cuidadosa de que fuera un secreto- la vi hacer pucheros, suspire nuevamente y sonreí.
- Lo siento, te descuidaste al principio, te vi analizando varias opciones de vestidos hace unas semanas atrás en tu computador…
Después de eso nos enfrascamos en la eterna y ya casi repetitiva información sobre la fiesta. Al llegar al instituto nos encontramos con Thomas.

Lo vi desde que doblamos la esquina para estacionarnos, estaba al lado de su deportivo azul noche, leía un libro sin prestar mucha atención a su alrededor y mucho menos a su estridente club de fans.
No podía evitar mirarlo con un poco de recelo, se acercaba esa fecha… y aun podía recordar lo que me había dicho el año anterior, aunque en parte no fue él quien me lo dijo…

- Buenos días chicas- nos dijo y me ofreció una agradable sonrisa.

Estúpidamente me ruborice.

En parte Jasmine tenía razón. Mi relación con Thomas había empezado a hacer diferente, pero no oficialmente distinta, desde principios de este año habíamos dejado un par de puntos claros, los cuales eran que no éramos parientes de sangre y no nos queríamos solo como amigos, pero de eso nada mas, no es que fuéramos novios, ni que tuviéramos citas ni nada de eso… no podíamos…
Y todo era culpa de nuestros padres.

La semana empezó a pasar más rápido de lo que me hubiera gustado y para mi sorpresa no me tuve que preocupar de mi vestuario, Anne-sophie lo tenía todo listo.

- Vampiros- le dije mientras me sacaba la venda de los ojos y yo me veía en el espejo embutida en un ceñido vestido rojo hasta medio muslo, pero sobre esa tela tenía una hermosa chaqueta de encaje larga hasta el piso que estaba abierta desde mi cintura, pero era una mezcla extraña por que sobre el encaje en el pecho tenía otra chaquetilla sin mangas negra, el encaje era tan fino y de calidad que en realidad con solo esas dos partes el vestido se veía extremadamente sensual y elegante, y que yo diga que algo se veía sensual en mi me asustaba. Seguí analizando la vestimenta y note que tenia puestos unos largos guantes negros que eran tan suaves que en realidad ni los note, unas medias negras transparentes hacían lucir mis piernas más largas de lo que podría creer. Estaba sorprendida, Anne había captado la sensualidad de la época victoriana mezclándola con la moderna en un vestido que parecía de pasarela y no para un fiesta de noche de brujas- Anne esto es… demasiado- le dije volviendo a admirar el intricado diseño del encaje.
- Eso no es todo- me dijo con una sonrisa mientras se arreglaba su asimétrico cabello con un peine. Temí por mi vida ante esas palabras.

Fue hacia el armario y saco unas cajas. Abrió una de ellas y saco unos hermosos pero enormes zapatos negros forrados de terciopelo, eleganticemos pero imposibles de usar, como acto reflejo retrocedí buscando una salida. Anne se rio de mi.

- Vamos Maguie no puedes no llevag ese atuendo a la pegfeccion aunque sea solo un pag de hogas…- gemí y ella solo me sonrió. No podía hacer nada contra ella, era tan demandante y adorable, todo lo hacía con tantas buenas intenciones que no podía decirle que no. Ella me hacia olvidar mi agobio principal ante esta fecha.

Me ayudo a calzar los gigantescos zapatos y para mi sorpresa eran maravillosos en muchos sentidos, no me dolían los pies, eran suaves y sostenían mi peso de forma pareja tal y como si hubiera estado usando zapatillas.

- Están modificados- me explico al ver mi expresión de asombro- Jasmine me advigtio, aunque yo ya sabía que no podía ponegte algo así  sin pguepagagte para ello.- después de decir eso se dirigió a la otra caja y saco un hermoso tocado para el cabello, era una rosa hecha de diamantes negros y oro, además que uno que otro rubí y pequeños cristales que parecían roció sobre las ramas- además esto igua en tu cabello ese día, pego ahoga no lo agueglaguemos, tu guebelde cabello necesitaga una noche de tgatamiento completo con cualquieg método que apliquemos, pego pog ahoga sácate la chaqueta.

No entendí donde quería llegar, bueno con Anne nunca sabía lo que realmente quería, pero me desabotone la chaqueta y pude ver como era el vestido rojo por debajo de esta. El color rojo no era cualquier rojo, era como el rojo de las rosas, tenía un escote corazón y una espalda baja de infarto, pero en realidad todo era una ilusión óptica por que alrededor de los bordes y a modo de tirantes me cubría una tela color piel adornada con finos pétalos, como si la rosa fuera perdiendo una a una sus hojas.

- Es maravilloso- le dije con la voz entre cortada.
- Si lo es- una tercera voz llamo mi atención y por el reflejo del espejo pude ver a Thomas parado detrás de mí, vestía una larga chaqueta negra, casi hasta el suelo, por dentro pude notar que era rojo oscuro, traía una camisa abierta en los primeros botones y una chaquetilla del mismo color que mi vestido, zapatos negros, guantes negros y en la solapa una rosa roja hecha del mismo material que mi tocado. En lo que me demore en analizar su vestuario, fue lo que tarde en recordar que estaba casi desnuda con ese pequeño vestido rojo- déjame decirte Anne que te luciste esta vez, un toque moderno para un clásico.
- Mercy…- dijo ella.

Y no alcance a escuchar nada más de su conversación por que salí corriendo al baño donde estaba mi ropa.

“Vampiros” pensaba mientras me cambiaba, “inapropiadamente apropiado”  
Me fui junto con Thomas a casa esa tarde, el me iría a dejar. Sé que tengo mi propio automóvil, pero mi grupo de amigos tenia la necesidad de no dejarme conducir… me temía que fuera por qué suelo distraerme…
- Te quedaba muy bien el traje- me dijo de la nada Thomas, haciendo que me pusiera roja como un tomate
- Tu también te veías bien- le dije sin mirarlo
- Marie…- me llamo y me voltee a verlo, estaba un poco sonrojado- la fiesta empezara antes del anochecer… ese día, antes del crepúsculo, quiero que nos encontremos en el rosal de los Van Stomm, hay algo que tengo que hablar contigo…
- No puedo ser ahora- le pregunte en voz baja entre temerosa, nerviosa, entusiasmada y muy asustada. Lo vi desviar la mirada.
- No, es mejor que sea ese día… ya llegamos.

Sin darme cuenta ya estábamos frente a mi casa, me voltee a despedirme y Tommy ya me esperaba muy cerca, me dio un beso muy cerca de los labios.

Nos despedimos por ese día. Mañana era sábado por lo cual no nos veríamos hasta el día de la fiesta. Todos nos comprometimos a estudiar ese fin de semana.

Pero yo no me podía concentrar, no me era posible… no podía de dejar de darle vueltas al asunto. Una llamada a mi puerta me puso en alerta.

- Pase- dije y entro mi mamá.
- Marie pensé que dormidas- me dijo en un susurro.
- Aun es temprano…- le dije y mire la hora y no, no era temprano, eran las 1 de la mañana.- me acostare enseguida- le dije poniéndome de pie. Ella negó con la cabeza.
- No, me alegra encontrarte despierta… tengo que hablar contigo de algo…- traía una cajita en la mano, pero no era algo desconocido, la mire con una mescla de miedo y rabia. Ella solo miro al suelo- lo siento hija- me dijo y se sentó conmigo en mi cama, dando vuelta la cajita- nunca pensamos que…
- Si- la interrumpí con un tono de voz seco- nunca pensaron y punto- le dije mirando un punto fijo en la muralla.
- Pronto acabara…- empezó a decir ella, yo suspire pesadamente
- Si, llevas 17 años diciéndome lo mismo, que suerte que solo tuvieron a un bebe de días desenfrenado antes de mi llegada ¿no?…
- Marie no es así…
- Mamá, es tarde, es una mala fecha y quiero dormir.- la vi levantarse de mi cama he irse con culpa de mi habitación.
- Buenas noches hija- me dijo por ultimo antes de salir.
- Buenas- le dije aun cortante, pero es que simplemente no podía… no podía…

Tome la pequeña caja con el anillo que tenia dentro de ella, por primera vez en 17 años me pude poner el anillo en el dedo que correspondía.


31 de octubre.

Llego el fatídico día, me fui temprano a la casa de Anne a ponerme mi disfraz y a que me peinara como ella quería, me preguntaba si a ella le molestaría el complemento extra que le añadiríamos. Pero no, no fue así, así que ya estaba vestida, eran las 8. Pronto caería el crepúsculo y Anne le daba los últimos toques a mi maquillaje mientras la fiesta poco a poco se iba formando abajo.

- Ya estás lista- me dijo de pronto y yo me puse de pie y salí casi corriendo de su habitación hacia el jardín.
Sé que mi comportamiento ha sido errático y mal educado, pero ellos ya estaban acostumbrados, decían que era el efecto de halloween en mí.

Aun había luz de sol y el miedo y las ansias se mesclaban en mi interior. Y ahí estaba junto al enorme rosal de los Van Stomm… ahí estaba Tommy…

Al verme sonrió y sentí como una extraña música empezaba a sonar, una especie de vals gótico. Tommy se me acerco con una enigmática sonrisa.

- Me concede esta pieza- me dijo mientras me ofrecía una mano.
- Encantada- le dije y comenzamos a bailar.
- Antes que todo, Marie… déjame decirte que estas hermosa- me ruborice de golpe a sus palabras, podía sentir como la sangre subía a mi cabeza. El también se veía extremadamente guapo, pero cualquier definición era quedarse corto en realidad. Continuamos bailando, mientras el sol seguía cayendo detrás del horizonte- Marie… hay una razón muy importante por lo cual quise que nos viéramos hoy…

La música se acabo y empezó otra melodía, pero Tommy no siguió bailando, me separe un poco de él y me miraba fijamente… solo que ya no era el… la decepción, miedo e ira se apoderaron de mi.
Una traviesa sonrisa apareció en los labios de Thomas y se puso nuevamente a bailar conmigo, solo que el paso ahora era diferente, más enérgico, más feroz…

- Me alegra verte María- me dijo Thomas mientras seguíamos describiendo cirulos en el jardín- pero al parecer tú no estás tan complacida de verme a mí, ha pasado todo un año…
- Es Marie, Thomas- le dije en tono seco y sin ánimos de pelear. El sonrió ante mis palabras.
- Jajaja- se rio mostrando sus blancos dientes, dejando ver unos colmillos que no eran parte del disfraz de Tommy- como te ves tan encantadora esta noche seré amable y te llamare Marie…

Seguimos bailando, en medio de unos tonos me tomo la mano izquierda y me hizo girar, me volvió a poner contra él y estaba sonriendo con satisfacción, lo mire a los ojos y ahora tenían un extraño destello rojizo  “ya no está aquí” pensé mientras que mi burbuja se pinchaba.

- Veo que por fin colocas ese anillo donde debe ir- me dijo cerca de mi rostro. No conteste nada.- esta muy callada esta noche, sueles ser más enérgica…
Thomas siguió con su monologo… aun que ese Thomas no era mi Tommy… era el error de nuestros padres.


Hace varios años atrás, cuando nuestros padres tenían entre 18 y 22 años decidieron jugar con lo paranormal. Para ellos era un juego, así como esculpir sus rostros en un cometa o crear su propia caricatura o línea de ropa… jugar con cosas del mas allá los hizo caer en un pacto… un pacto con un demonio…se que suena estúpido, pero para ellos que nada era imposible descubrieron que realmente nada era imposible…

Este pacto por sus vidas era el intercambio, cuando mi tío Ferb y tía Vanessa descubrieron los antiguos escritos de un medico celta… descubrieron que los cuentos y las leyendas no eran solo eso. Eran verdades pasadas de moda, que cayeron en el olvido o en manos de los no elegidos a quienes no les resulto los llamados por no tener el poder… pero tío Ferb y mi madre estaban marcados por sus raíces… las raíces europeas y hebreas… los llamados al mas allá funcionaron ese 31 de octubre hace años atrás y… el apareció… al ver al peculiar grupo de chicos noto que algo bueno podría sacar de provecho de ellos…

- Así que ustedes pequeños niños no creían en las leyendas- les dijo con burla- bueno pues verán, llevo años esperando esto, años sin ver humanos tan de cerca… que me da curiosidad, así que haremos un intercambio… yo les perdono la vida, no devoro sus almas esta noche, a cambio de que sus primogénitos sean mi cuerpo y mi escolta…
- ¿Qué quieres decir con eso?- le dijo mi padre asustado por la presencia de el extraño sujeto frente a ellos.
- Jajaja es fácil, mi querido Phineas… tu mujer está marcada como  guardiana y tu hermano como brujo… solo un descendiente de brujo puede ser poseído por un demonio sin volverse loco y solo una chica marcada como guardiana puede escoltar a un demonio… ustedes no pasarían la prueba, ya están muy grandes, pero un recién nacido puede adaptarse a la tarea, el día que nazcan sus primogénitos yo vendré a verlos, solo ese día el límite entre una dimensión y otra será frágil debido al trato, pero en realidad solo me aparece en sus vidas cada 31 de octubre donde realmente las dimisiones se tocan y los espíritus pueden andar libres por doquier… mi oferta es que el brujo engendrara un varón al cual poseeré cada 31 de octubre y la guardiana tendrá una niña que será mi escolta… eso a cambio de que esta noche los deje vivir… piénsenlo bien, en cualquiera de las 2 gano yo, pero en una de esas ustedes viven, no es una mala oferta.

Obviamente el maldito sabía que ellos elegirían la opción donde ellos vivían a costa de sus primogénitos, los cuales aun no estaban planificados en sus vidas…

Así que cada 31 de octubre, al anochecer Thomas y yo debíamos cumplir esta condena… la ventaja para el era que no dejaba de ser Thomas para ser el demonio, en realidad era la mala personalidad de Thomas la que salía a flote, al menos eso quería creer, por que seguía llamándose Thomas y le molestaba el Tommy y tenía todos sus recuerdos, el que no recordaba las cosas que pasaban después de media noche era mi Tommy, que al pasar las 12 de la noche y empezaba el 1 de noviembre el demonio se iba, por ser día de todos los santos, pero Tommy no recordaba lo que hacía o decía o nada…

Además de todo esto, el demonio dejo un anillo, el cual debo llevar puesto cada 31 de octubre. Ese anillo me marca como su escolta, me marcaba como suya, de esa forma ningún otro espíritu se podría aprovechar de nuestra situación.

- Vamos Marie, hago un gran esfuerzo para caerte bien esta noche- me decía Thomas mientras girábamos por el jardín al ritmo de la música.
- Creo que te hubiera resultado mejor hacerte el simpático desde el principio y no solo ahora…- sentí una leve, pero punzante presión en mi mano derecha, la cual Thomas me sostenía.
- Mi querida Marie, recuerda que debes ser más educada conmigo… no querrás hacer un show como hace 4 años atrás donde el cuerpo de tu Tommy salió un poco herido en el proceso- lo mire con rabia al recordar ese incidente, pero el solo se regodeaba ante mi mirada, no importaba lo que hiciera yo nunca ganaba.- aaah los viejos tiempos, debo admitir que es divertido volver a este cuerpo año tras año y ver cómo crece y se fortalece, es una lástima que solo sea una vez al año…- no me estaba gustando la dirección de su monologo- aunque…- me miro directamente a los ojos- podemos hacer algo para que esto sea permanente…
- ¿Qué…qué quieres decir?- no pude evitar preguntar, su tono de voz no me estaba gustando.
- Veras hay formas en las que la posesión de un cuerpo, intermediario de un pacto hecho por terceros, me pueda pertenecer de forma total…- Se me acerco amenazadoramente al rostro, casi tocando nuestras frentes- es algo tan simple y tan trillado como muchas cosas en la historia de las leyendas- con un gesto casi tierno roso su nariz con la mía hasta mi frente, un escalofrió me recorrió por completa- el beso de una doncella enamorada- su voz cambio, como si me trasladara a otro tiempo a otro siglo, pero sus palabras me hicieron retroceder y separarme de él lo suficiente como para que no me tocara.- ¿Por qué se enamoran? – me pregunto de pronto con un tono de voz algo burlesco- el amor los hace débiles y volubles a personas como yo… bueno, a seres como yo…- Thomas empezó a reírse con su comentario y empezó a acercarse lentamente hacia mi- agradece que es solo un beso y no tener que beber tu sangre virgen o algo mas invasivo- sentía como toda la sangre de mi rostro bajaba y me tiritaban las manos y las piernas.

Seguí retrocediendo a paso torpe, hasta que me tope con la muralla de rosas del jardín, un par de pétalos cayeron de las rosas más antiguas. Mi respiración era agitada y un poco errática, no aparte mi mirada de esos ojos color borgoña. Thomas me siguió hasta mi posición, estaba tranquilo y sonreía con malicia. Esta no era la primera vez que hacia algo así, pero la amenaza del año pasado seguía rondando en mi memoria, casi como si me estuviera diciendo las mismas palabras ahora…

- “ un cuerpo inmaduro no puede ser poseído de forma permanente, no lo resistiría y después buscar otro pacto… a estas alturas del siglo, es un trabajo imposible… mejor esperare a que tu Tommy sea mayor de edad… para así poder estar junto a ti para siempre…”
- Tú me perteneces Marie- su voz del presente me saco de mi recuerdo. Thomas me acorralaba nuevamente con ambas manos apoyadas sobre el rosal, como si este no tuviera espinas- el anillo que llevas te marca como mía para siempre- lo mire con odio ante esas palabras, lo odiaba, odiaba a este personaje que cada 31 de octubre posesionaba a Tommy- deja de actuar como si no lo supieras, esto era parte del pacto con tu padres…

Tenía ganas de golpearlo, pero hacer eso solo lastimaría el cuerpo de Tommy, yo ya lo sabía y además sabia que esto pasaría este año, pero no dejaría que este demonio siguiera haciendo mi vida un infierno cada año… pero antes de poder hacer algo él me tomo del rostro con fuerza y empezó a acercar sus labios a los míos… no me podía resistir, era demasiada la fuerza con la que sostenía mi rostro, pero con un gesto de dolor él se alejo de mi…

- Que es esto- dijo mientras se tomaba con fuerza la cabeza. El demonio me miro mientras su pupila se convertían en rendijas- ¿qué está haciendo?- pregunto luego enojado, volvió a mirar el piso…

Su cuerpo hacia movimientos inconexos y desconcertantes… hasta que por un segundo se quedo quieto como una estatua.

- Maldito mocoso- rugía en susurros- no vas a lograrlo nunca…
- Tommy…- dije yo al entender en parte lo que podía estar pasando, al mismo tiempo que lo dije, el cuerpo de Thomas me miro directo a los ojos y eran los azules ojos de mi Tommy- ¡Tommy!- volví a decir corriendo hacia él, pero él levanto una mano como gesto de que no me acercara.
- ¡No vengas!- me dijo casi en un grito.
- Pero Tommy…- se me hizo un nudo en la garganta, algo como esto jamás había pasado… Thomas nunca había sido consciente de que su cuerpo era poseído y yo no podía decirle nada…
- “Maldito moco”- otra voz se hizo presente, una voz más grave y menos humana- “después de años… ahora te quieres revelar… jajajaja no seas estúpido. Tu tiempo se termino”
- Silencio- dijo ahora la voz de Tommy.- no… no dejare que hagas esto…- yo solo podía mirar como Thomas peleaba contra el demonio.
- Tommy déjame ayudarte- dije en un susurro ahogado, estaba presa del pánico y el miedo, no habían palabras suficientes para describir él como el cuerpo de Thomas se movía, lleno de espasmos y temblores, incluso pareciera que cambiara de lugar dentro de su metro cuadrado.
- “¡niña tonta!”- me grito la voz desde el cuerpo de Tommy y vi como salía de sus labios cada palabra- “¡tú no puedes hacer nada! Solo eres un intermedio, una sirvienta… no puedes hacer nada que me dañe! Jajajajaja”- el cuerpo de Thomas se contorsiono con esa risa y luego volvió a estar de rodillas apoyando sus manos en el piso hasta quedar de frente al suelo.
- ¡No le hables así!- dijo la enfurecida voz de Tommy y algo despertó dentro de mí, esa ira en Tommy la había visto muy pocas veces, nunca fue bueno estar cerca de él cuando estaba en ese estado- eres un maldito engendro- dijo con asco- no mereces estar cerca de ella…

Podía ver como el cuerpo de Thomas se dividía entre ambos estados el de él mismo y el demonio tratando de tomar el control. Debía hacer algo, no podía simplemente quedarme mirando como Thomas se consumía delante de mí.

Una de las cosas que habíamos agregado a mi atuendo no solo era el anillo, mi madre tenía un  antiguo rosario, el cual había tomado desde su joyero. Me lo quite del cuello y fui donde Thomas se debatía contra sí mismo, rápidamente me arrodille frente a él y puse el rosario en su cuello. No sabía si esto resultaría, solo tenía fe que si las historias eran ciertas algo vendito pondría en su lugar a ese demonio.

El cuerpo de Thomas convulsiono fuertemente, levanto el rostro y pude ver como un ojo de Thomas era azul y otro rojo, su mano izquierda me tomo por el cuello.

- “¿qué estás haciendo maldita?”- me dijo esa tétrica voz mientras apretaba mas y mas mi cuello.
- To… Tommy… my- dije entre cortado tratando de soltar su mano de mi cuello, la presión que hacia me dejaba sin aire.
- Suéltala- dijo la entrecortada voz de Thomas por la rabia e impotencia- no le hagas daño.
- “ya es tarde”- volvió a hablar la voz del demonio y nuevamente acerco su rostro. En un rápido movimiento puso sus labios contra los míos por escasos segundos, yo peleaba entre resistirme y no caer inconsciente debido a que aun me estaba ahorcando, así que no vi bien lo que pasaba, pero en ese mismo segundo sentí como era liberada y el cuerpo de Thomas se separaba violentamente de mi a unos 2 metros.- “¿Qué es esto?”- pregunto enfurecido y desconcertado. Enfoque mi vista, mientras recuperaba la respiración y tosía, aun seguía en el suelo, el cuerpo de Thomas seguía con movimientos erráticos mientras un extraño humo negro lo rodeaba- “¿qué es esto?”- volvió  a preguntar mientras se tocaba los labios con sus temblorosas manos.

Thomas se volvió a convulsionar en forma imposibles en el piso, y yo solo podía mirar como su cuerpo se debatía.

- No te lo esperabas- dijo la voz de Tommy en un momento que volvió a quedar apoyando en el piso.- admite que no lo resistes… aaaaaaaah…

Algo de lo que pasaba en la mente de Thomas tuvo que provocar esas palabras en él y luego el grito desgarrador, el humo que salía de él empezó a envolverlo, hasta ocultarlo por completo y luego se separo como un bloque de su cuerpo tomando forma a un metro de él.

Con dificultad me levante del piso y fui hasta donde estaba Tommy aun agachado en el piso.

- Tommy, Tommy ¿estás bien?- le preguntaba mientras le tocaba el hombro y lo hacía subir el rostro.
- “no deberías preocuparte tanto por el”- dijo la voz del demonio, pero desde un ángulo incorrecto. Sentí como Thomas se ponía de pie y me tendía la mano para que hiciera lo mismo, pero se coloco delante mío y lo que fuera que estaba hablándonos. Mire por encima de su hombro y vi a un hombre, de unos 20 y muchos, 30 y pocos años, cabello largo  platinado, casi blanco; vestía de forma similar a la de Thomas, pero se notaba que eran ropas antiguas, de otro siglo; su piel era de un color crema y sus facciones eran tan perfectas que dejaban de ser hermosas.- “aaw que fastidio”- dijo con su extrañamente sensual voz- “después de tantos años… creo que por fin notaste que las historias eran ciertas María, usar un rosario…” – Tommy apretó con fuerza los puños. El demonio nos miro como si de pronto hubiera olvidado algo muy importante- “que descuido el mío… tantos años y nunca me presente. Mi nombre es Araziel” – el demonio hizo un leve gesto de inclinación con la cabeza.- “ahora que hemos hecho las presentaciones pertinentes, déjenme ver algo…”- sin darnos cuenta Araziel se coloco entre Thomas y yo y nuevamente me tomo el rostro con una mano, pero esta vez de forma mucho más delicada- “ya veo”- dijo en voz baja y me soltó- “con esos ojos humanos no lo note antes de besarte… no era algo tan obvio… labios con oro”- me toque la boca y los guantes quedaron un poco manchados con el labial que había utilizado Anne para maquillarme, me sorprendí, eso había sido un factor inesperado- “que astuto”- pensó el demonio y se volvió a alejar de mi – “que irritante”- agrego y esta vez se acerco a Thomas. – “debes tener muchas preguntas que hacer Thomas”- la mirada que le dirigió a Tommy no sabría describirla, entre fascinación y odio, pero Thomas solo lo miraba fijamente, con esa mirada asesina a la que yo le temía mucho.
- En realidad no- le contesto con total seguridad- siempre lo supe- Araziel y yo lo miramos sorprendidos- pensabas que yo no recordaba nada de lo ocurrido cada 31 de octubre, por 18 años pensaste que no lo notaba, pero olvidas que una mente fuerte es el peor enemigo de una posesión, claro está que nunca había podido hacerle frente hasta ahora debido a lo que tú mismo dijiste- Thomas se acerco nuevamente a mi dándole la espalda al demonio, se quito uno de sus guantes y me acaricio delicadamente el rostro y el cuello- un cuerpo inmaduro no puede ser poseído de forma permanente, al mismo tiempo un cuerpo inmaduro no puede hacer frente a una posesión, pero ya soy mayor de edad…
- “un aplauso para ti Thomas Fletcher, pero saber todo esto no te libera del pacto de tus padres”- no entendí por que el Araziel dijo eso, como si me hubiera perdido una parte de la conversación- “el pacto es permanente, es hasta que tu sigas con vida…”- Tommy no dejaba de mirarme a mí, me beso la frente y luego volvió a mirarme a los ojos.
- Lamento no habértelo dicho antes, pero no podía- me dijo en un susurro. Araziel hizo un extraño sonido de molestia por ser ignorado.
- “tú y la maldita pelirroja me pertenecen por el resto de sus vidas”- casi grito el demonio con su tenebrosa voz y yo cerré los ojos, asustada, al escuchar esas palabras. Tommy me abrazo y luego nuevamente volvió a colocarme tras su espalda.
- Estar perdido Araziel- le dijo con voz tranquila- esta noche es tu última noche sobre esta tierra.- el demonio empezó a reír como un lunático, como si aquellas palabras fueran el mejor chiste del mundo.
- “¿es una amenaza Thomas?”- le pregunto aun riendo con desdén.
- No, es un hecho- le contesto aun calmado- siempre supe de tus planes, siempre estuve consiente en esta fecha, pero tu arrogancia nunca te hizo notar nada de ello, siempre creíste que eras el mejor, un demonio que siempre ganaba… pero te descuidaste al pensar que Marie era solo una más, tus pensamientos hacia ella fueron lo que me despertaron del transe, tu debilidad por las mujeres fue tu perdición y ahora ya no puedes hacer valer el pacto con nuestros padres- todo lo que decía Tommy no me hacia ningún sentido…
- “¿de que estas hablando?”- la voz de Araziel dejo de ser altanera, por primera vez se ponía serio en la conversación.
- Antes de venir aquí, tome agua bendita, la cual ha estado circulando por mi cuerpo durante horas y siguió circulando mientras tú estabas en el, por eso también tu cuerpo reacciono tan rápido al rosario y al oro, desde que llegaste esta noche poco a poco te has estado debilitando y por eso tuviste que salir por tu propia voluntad de mi cuerpo, a pesar de tu intento por poseerlo de forma permanente, eso lo detono todo. No tenias la fuerza suficiente para hacerlo y por eso saliste y revelaste tu forma y tu nombre…- Araziel lo miraba estupefacto, tuve la impresión de que se ponía pálido.- por fin lo entendiste…
- “ajajajajajaja”- Araziel empezó a reírse nuevamente como un lunático, con una risa fuera de este planeta, fuera de esta dimensión, un sonido espeluznante que me helo la sangre- “bien jugado Thomas Fletcher”- dijo cuando paro de reír- “como un ángel caído convertido en demonio por el mismo Lucifer me veo obligado a aceptar mi derrota”- hizo una reverencia.- “pero no te prometo que no volveré el próximo año…”- ahora fue Thomas quien rio ante esa frase.
- Hiciste abandono voluntario de una posesión. El pacto se rompió en ese mismo momento, en el que decidiste dejar mi cuerpo. Araziel ya no eres bienvenido en esta tierra…
Las palabras de Thomas dejaron hecho de piedra al demonio, solo sabía que seguía consiente por que movía sus ojos de desde Thomas hacia mí y un extraño siseo salió de su boca…
- Es hora de que te vayas- dijo Tommy y me envolvió con un brazo por la cintura. El demonio sonrió.
- “está bien, pero estoy seguro de que se acordaran de mi el resto de sus vidas…”- al terminar de decir esas palabras sentí un agudo dolor en el dedo anular izquierdo, como si me estuvieran quemando con un fierro al rojo vivo.
- ¡Aaaaah!- grite y me tome la mano. Thomas me tomo por los hombros y luego me tomo la mano que me sostenía con la derecha, el anillo que llevaba puesto estaba completamente rojo y brillante, un extraño humo salía de él y luego se fue consumiendo hasta desaparecer.
- “jajajaja”- lo último que escuchamos de Araziel fue su espeluznante risa mientras desaparecía junto con el anillo.
- Marie, Marie ¿estás bien?- me pregunto Thomas mientras yo me seguía sosteniendo la mano.
- Me duele- le dije mientras una lagrima corría por mi mejilla.
Thomas me saco el guante y me reviso la mano, alrededor de mi dedo anular se marcaba una extraña enredadera roja, como si tuviera la carne sin piel. Más lágrimas salieron de mis ojos mientras veía como la marca se oscurecía hasta tornarse negra.
- Ya, tranquila Marie- me decía Thomas mientras me veía llorar y me abrazaba- ya va a pasar…
- No lloro por esto- le dije entrecortado al entender que él creía que estaba llorando por la marca- todos estos años… todos estos años que tuvimos que sufrir por esto… cada 31 era horrible tener que soportarlo, aunque fueran unas pocas horas. Y yo no podía decirte nada de esto…
- Tranquila- me dijo y me volvió a abrazar.
Me aferre al mientras el llanto se apoderaba de mi, era entre alivio y aun un poco de miedo ante todo lo que había estado pasando en esos pocos minutos, el miedo de saber que podía haberlo perdido para siempre, pero Thomas siempre lo supo, el ya tenía un plan… Thomas siempre va un paso por delante de mí…

Tommy me secaba el rostro mientras yo seguía hipando por el llanto.

- ¿Estás bien? – le pregunte en un momento cuando me pude calmar. Sentí que se reía despacio.
- Si, no te preocupes- me dijo. Levante mi rostro de su hombro y él me miraba con ternura- Marie… tu me gustas- me dijo de pronto y yo sentía que el mundo se detenía a mi alrededor- hace muchos años que estoy enamorado de ti…
- Tommy- dije en un susurro.
- Sé que quizás no es el momento, pero ya no quiero perder más tiempo…- acerco su frente a la mía, roso su nariz con la mía. Estaban tan cerca nuestros labios que solo me acerque unos centímetros más y estos se tocaron suavemente. Thomas me tomo por el rostro y profundizo nuestro beso.

No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero no me importo realmente, sentí que en un momento me fallaba la respiración y él se alejo un poco de mi volviendo a apoyar su frente contra la mía, pero yo lo tome por la chaqueta para que no se alejara mas. Mi respiración era agitada y sentía que la de el igual.

- Yo también te amo- le dije en un susurro. Me tomo por el rostro y me miro con sus profundos ojos color zafiro.
- Te amo- me respondió y nos volvimos a besar.


Nos quedamos unos minutos más disfrutando de nuestra compañía antes de entrar a la fiesta… y después de años, por fin poder celebrar una noche de halloween de la forma trivial que siempre tuvo que ser, lejos de lo paranormal y por fin juntos…